SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA.

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La liturgia del martes de la segunda semana de Cuaresma nos propone la siguiente lectura:

Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido» (Mt 23, 1-12).


Jesús es el profeta de la Verdad. Denuncia las actitudes contrarias a los valores del Reino. No acepta la apariencia de los que cumplen las normas para ser vistos; la incoherencia de los que predican el amor y se olvidan de amar; la injusticia de los que exigen a los otros y no mueven un dedo para que las cosas cambien.

Jesús denuncia la hipocresía de los que se creen dueños de Dios y de su Palabra. Denuncia la búsqueda de beneficios personales, cuando decimos que estamos ayudando a los pobres. Pero Jesús también anuncia una nueva forma de vivir: la fraternidad y el servicio. Nos recuerda que somos hermanos y que debemos tratarnos como tal. Hermanos, hijos de un mismo Padre y de una misma Madre.

Jesús nos invita a vivir una relación horizontal, de respeto, de igual dignidad. Somos hermanos y estamos llamados a promover la fraternidad universal. Empecemos por casa. El momento ha llegado.


(Tomado del folleto CUARESMA 2008, Elaborado por el Departamento de educación y sensibilización de SED).

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