RECORDANDO ANTIGUAS CARABELAS

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CARABELA ISMAR (Puchi Fonseca-Maracaibo)


En conmemoración de los treinta años de Remar en Venezuela he querido hacer una pequeña reseña del navegar de mi Carabela, para así compartir con todos los que se sienten identificados con el movimiento y los que son parte de él mi agradecimiento hacia ese grupo que me abrió infinitas puertas y que marcó en mí el amor por Remar y sobre todo me dio la oportunidad de seguir a nuestro Gran Timonel Jesús mediante el trabajo con el más necesitado.



Ismar, carabela lanzada en el año 2003, en el colegio Manuel Ángel Puchi Fonseca, Fundación Maristas Chiquinquirá. Circunstancia que daba la oportunidad a 40 jóvenes de vivir una aventura mar adentro, mar que llevaba consigo realidades ajenas a la suyas que marcaron por completo la adolescencia de muchos de ellos, encaminándolos a una vida en el Evangelio.




Luchando por encontrar la meta que todos queremos alcanzar
“SER CRISTOS JÓVENES”.











Ya esta embarcación con el nombre de Ismar (Identificándonos siempre en María) , busca conocer la realidad de su entorno mediante experiencias de solidaridad que hicieron derramar más de una lágrima, y también hicieron sentir una vocación de servicio en los ya 20 remeros y dos timoneles que eran parte de esta travesía .

Con timón en mano y ya con la primera meta alcanzada la carabela busca fijar su rumbo hacia Jesús estableciéndose un ideal: “Ser estrellas de Cristo para iluminar la necesidad del prójimo”, necesidad que pudimos conocer de cerca en el comedor Buena Nueva del barrio Almawy donde Ismar comparte sábado a sábado con los niños de esta comunidad.



Solidarizándonos con el trabajo del prójimo, Ismar ayuda a los remeros de la carabela Fénix del colegio Ildefonso en un día de arduo trabajo en su campamento misión y comparte con ellos la experiencia del trabajo por el otro sin remuneración alguna.

Basándonos en está experiencia la carabela decide trabajar para sacar adelante la capilla María Auxiliadora del Barrio Integración Comunal y así acompaña a la comunidad en la celebración de la palabra y encuentra el lazo de unión entre su entorno, su travesía y Jesús.

Ismar decide realizar su Campamento Misión en esta pequeña casa de Dios llena de necesidades, pero circunstancias ajenas a la carabela no la dejan continuar sus proyectos y desdichadamente ésta sólo realiza un pequeño aporte a la infraestructura de la capilla y decide terminar su rumbo en mayo del 2005 con 5 remeros (Gabriel González, Wendy Delgado, Gaby Guzmán, Ulices Martínez y Arelys Fernández) y dos timoneles (Yskel García y Carlos D´Arienzo).


Ismar dejó en nosotros experiencias únicas que contar y sobretodo dejó el deseo de tener una vida encaminada hacia el trabajo por el otro en Cristo.


Gracias Ismar.
Ulices Martínez

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